¿Es adictivo el queso? Lo que dice la ciencia y lo que puedes hacer si quieres eliminarlo de tu dieta
Comienzo por aclarar algo: el queso no es como la cocaína. Antes de entender si el queso es adictivo o no, y entender cómo eliminarlo efectivamente de tu dieta, es importante darle al problema en la magnitud que tiene.
La causa en resumen
El estudio que todo el mundo cita cuando se trata de adicción al queso es el publicado en Public Library of Science One, en el que se encontró que el queso activa zonas en el cerebro similares a las activadas por ciertos narcóticos. Por supuesto, el hecho de que el queso "alumbre" las mismas zonas del cerebro que la cocaína no lo hace inmediatamente igual de adictivo, pero sí muestra un potencial de dependencia al consumirlo.
Para resumir, el estudio encontró que los alimentos procesados tienden a causar más dependencia por su alto contenido en grasas procesadas y carbohidratos refinados, combinados con fuertes cantidades de sal y azúcar.
En el caso específico del queso existe un elemento adicional: las casomorfinas, generadas tras digerir la caseína presente en el queso, que alteran los receptores de dopamina, causando una respuesta "adictiva."
Por último, un factor contemplado en la psicología de los desórdenes alimenticios, pero que no está presente en el citado estudio, es la carga social que se le da al queso. Reuniones entre seres queridos en las que se consumen quesos con galletas, junto a un buen vino. Noche de películas con una pizza. Cena familiar con lasaña cubierta de queso. Todos esos recuerdos tienen una carga emocional, y el queso, así como otras comidas procesadas, pueden evocar la sensación de bienestar de esos momentos.
La diferencia con una verdadera adicción
La razón por la cual es importante separar la respuesta cerebral que el queso y las comidas procesadas generan, contra aquella de las drogas, cafeína y otros es fundamental para comprender que, si se quiere dejar de comer queso, esto es mucho más fácil que superar una adicción.
Estas son las principales diferencias entre el queso y una sustancia verdaderamente adictiva:
1. Tolerancia a la sustancia: a diferencia de las drogas, la dependencia y continuo consumo de comidas procesadas no genera un cambio en la tolerancia a dichas comidas. El punto en el que el organismo no puede recibir más comidas procesadas, el cual no necesariamente depende de la llenura estomacal sino de la tolerancia a los altos contenidos de grasa y sal, no varía con el tiempo, por más que consumamos estas comidas constantemente.
2. Síntomas graves de abstinencia: al dejar de comer quesos u otras comidas procesadas, el cuerpo no experimenta los graves síntomas de abstinencia causados al detener el consumo de drogas: escalofríos, vómitos, fiebres y hasta alucinaciones. Incluso el retiro de la cafeína del organismo tiene más efectos fisiológicos que el abstenerse del queso.
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