Tras mi decisión de adoptar el estilo de vida vegano, el primero de enero de 2015, me encontré con tres tipos de reacciones: quienes se alegraron por mí, quienes se preocuparon por mi bienestar (proteínas...) y quienes opusieron resistencia, como si mi decisión de alguna manera los afectara.
Afortunadamente, he tenido la gran oportunidad de aconsejar a personas que, sabiendo de mi decisión y mis convicciones, se me han acercado para pedir consejo luego de sentirse motivados a explorar el veganismo por algún evento o hecho en particular.
Sin embargo, a pesar de que no soy el tipo de vegana que trata de convencer a otros, he recibido mucha hostilidad innecesaria de personas no veganas. No puedo comenzar a imaginarme cómo es esta realidad para quienes lo hacen de manera activa.
La fuerza de la primera impresión
Ante la radicalización política que se vive en el mundo, son muchos los estudios que están saliendo a flote en publicaciones, explorando por qué las personas demuestran resistencia a hechos o datos que contradigan sus creencias preestablecidas.
The New Yorker habla de dos estudios realizados en 1975 por la universidad de Stanford. En uno de ellos se condujo a un grupo a evaluar cartas de suicidio para encontrar cuales eran verdaderas y cuales eran falsas. Tras indicar, falsamente, que un grupo casi siempre acertaba y otro casi siempre fallaba, esta primera impresión de que unos tenían un mejor desempeño que los otros se arraigó en la mente de los participantes.
Luego, aún cuando el verdadero desempeño de los participantes fue revelado, la impresión de que unos eran mejores que otros en la tarea a realizar perseveró, a pesar de que los hechos no la apoyaban.
The Atlantic cita otros estudios y fuentes sobre la resistencia a cambiar de opinión. Varias fuentes citan la teoría del razonamiento motivado, que vincula el raciocinio y la emoción cercanamente: el uno no está separado del otro y, por lo general, las emociones estimulan el cerebro mucho antes que el raciocinio.
Todos estos estudios también refuerzan el principio de la disonancia cognitiva planteado en los años 50 en el campo de la psicología social, según el cual las personas resisten el tener dos pensamientos conflictivos al mismo tiempo. En pocas palabras, uno de los dos ganará, pero no siempre es el más racional o el más basado en hechos y cifras.
Sigue tu instinto, sin importar los estudios
Como indico en mi más reciente video, el hecho de que existan dos maneras de abordar el veganismo ante tus allegados no veganos, la promoción o la evangelización, no quiere decir que una sea mejor que la otra. La mejor para ti es aquella con la que te sientas bien.
Por supuesto, conocer cómo la razón y la emoción se entrelazan y cómo funciona la resistencia al cambio es extremadamente útil, sea que decidas promover o evangelizar.
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